lunes, 11 de febrero de 2008

Las Dolinas de Zaragoza

En 1796 el Conde de Sástago escribía acerca de los problemas que presentaba
el Canal Imperial de Aragón, aguas abajo de Zaragoza, debido a las deficiencias
del terreno: Esta mala calidad produce simas muy considerables, de las que resultaban
infinitas filtraciones, y por ellas inmensos daños en los campos inferiores. Pero
sin embargo, se logró sostener, aunque por pocos meses, la navegación, echando
barcadas de buro o arcilla sobre la misma agua en aquellos parajes en donde se
advertían indicios de haber simas, método que se había probado muy bien en otros
parajes en los cuales se experimentaban semejantes filtraciones. Finalmente, las
obras tuvieron que ser abandonadas y nunca se concluyó el proyecto original que
preveía la prolongación del Canal hasta la villa de Sástago. Los continuos hundimientos
del terreno convirtieron en ruinas las obras hasta entonces realizadas, que
hoy quedan como restos arqueológicos en las inmediaciones de La Cartuja Baja,
siendo las más llamativas las olvidadas esclusas de Torrecilla.


Más de 200 años después, ya en el siglo XXI, uno de los edificios de la casa
cuartel de la Guardia Civil del zaragozano barrio de Casetas, ha tenido que ser derrumbado, debido a la aparición de peligrosas grietas en sus muros.
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Se había
construido hacía pocos años sobre una sima que fue rellenada de tierra para cimentar el edificio.
No es un caso aislado en el barrio. Las continuas roturas de las tuberías de abastecimiento
de agua se deben a los mismos problemas de asentamiento del suelo. La
autovía de Logroño, a la altura de la factoría Pikolin, se encuentra afectada por un
hundimiento de 25 cm anuales, de forma que la depresión ha tenido que ser rellenada,
a lo largo de los últimos 25 años de vida de la carretera con 3 metros de
aglomerado asfáltico.

En 1998, con ocasión de la elaboración del Plan General de Ordenación Urbana
de Zaragoza (PGOU), el Ayuntamiento encargó un estudio al Departamento de Geología
de la Universidad de Zaragoza para que evaluara los riesgos que podían
afectar a las nuevas áreas urbanizables del corredor de la autovía. El plan preveía
la construcción de unas 5000 viviendas en una zona que el estudio determinó como
de alto riesgo. La entonces alcaldesa de la ciudad, Luisa Fernanda Rudi, tuvo que
reconocer que sería necesario corregir el avance del PGOU.

El ánsar verde Revista de la Asociación Naturalista de Aragón (ANSAR) nº 75 octubre 2003

1 comentario:

David dijo...

Menos mal que el alcampo de valdefierro no tiene ese problema (esta muy bien cimentado y esta muy por debajo de la dolina al contrario que hispano carrocera que no supo hacer bien el edificio y duro 4 días el alcampo lleva 15 años y esta bastante sostenible, lo demás me trae sin cuidado ya sea de valdefierro o de Casetas mientras el alcampo no se vea afectado el resto me trae sin cuidado
Saludos