viernes, 5 de septiembre de 2008

Bufetes 'cazaindemnizaciones' de EEUU exprimen el 'caso MD-82'

La tragedia de Barajas La vía judicial del accidente aéreo del 20-A.
Bufetes 'cazaindemnizaciones' de EEUU exprimen el 'caso MD-82'
El despacho Ribbeck Law ha logrado ya la firma de tres familias de Canarias, Mallorca y Suecia.Varios allegados de las víctimas increpan a estos abogados por usar su "dolor" para ganar dinero.

05/09/2008 MAYKA NAVARRO / MANUEL VILASERÓ

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Manuel von Ribbeck y el investigador Max Vermij, ayer, en Las Palmas.
Foto:EFE / ELVIRA URQUIJO

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Para muchos, estos abogados no son más que tiburones sin escrúpulos capaces de aprovecharse de una tragedia para conseguir suculentas sumas de dinero. Como en todo, también entre estos profesionales hay categorías y maneras de hacer las cosas. Pero más allá de éticas y procedimientos, lo cierto es que la sangre derramada por las 154 personas fallecidas en Barajas ya ha atraído, de momento, a cinco despachos de abogados norteamericanos y británicos, que han visto la posibilidad de reclamar en Estados Unidos a Boeing, el fabricante del avión siniestrado el 20 de agosto. El bufete americano de Ribbeck Law ha sido el primero en conseguir la firma de tres familias.

La competencia entre abogados es tan salvaje que algunos ya han mejorado sus primeras ofertas. O lo que es lo mismo, han rebajado el porcentaje de su comisión. En EEUU, una compensación económica por una catástrofe aérea de estas características puede alcanzar el millón de dólares (los 700.000 euros) por víctima. El bombardeo de promesas ha empezado a minar la paciencia y la sensibilidad de algunas familias. De hecho, muchas de ellas no hace ni una semana que pudieron enterrar a sus allegados por las dificultades en el proceso de identificación. Una treintena de familias se reunieron anoche en Gran Canaria para discutir las diferentes propuestas que han recibido. "No queremos dejarnos impresionar por estos tiburones. Como ninguno de nosotros tiene prisa en cobrar, es mejor estudiar con tranquilidad las iniciativas antes de decidir qué hacemos", dijo un familiar.

RUEDA DE PRENSA De momento, el único despacho que ha publicitado su presencia en España ha sido el de Ribbeck Law. Su denuncia ya ha sido presentada en un juzgado del condado de Cook, en el estado de Illinois, a favor de María Cabrera, una mujer de Gran Canaria que perdió a sus dos hijas y a una nieta; Elena Fontaner, de Mallorca, que perdió a su madre y a una hermana, y Alassan Puye, de Suecia, que perdió a su padre y a una hermana.

Y la manera en que se presentaron los letrados ya dice mucho de su sensibilidad. El fundador del bufete y especialista en la materia, Manuel von Ribbeck, convocó una rueda de prensa en un hotel de Las Palmas de Gran Canaria al que se acercaron también familiares de otras tres víctimas que viajaban en el JK-5022 para cuestionarle en voz alta que estaban "utilizando" su "dolor" para conseguir dinero. "No entendemos por qué hacen esta rueda de prensa", les recriminaron al término de la misma. Estas personas se negaron a identificarse y a hacer declaraciones no sin antes criticar duramente a los periodistas por no respetar su intimidad y perseguirles tras la tragedia en busca de datos de sus allegados.

No fue este el único incidente de la comparecencia. José María Santiago, que se identificó como un estudiante español de Derecho de un colegio universitario de EEUU, interrumpió varias veces la intervención de Von Ribbeck para acusarle de no respetar las normas de la abogacía estadounidense en su caza sin escrúpulos de víctimas. Llegó, incluso, a acusarle de haber pagado por adelantado a sus clientes para conseguir sus servicios, y que estas prácticas le habían generado muy mala reputación en EEUU donde, añadió, había estado a punto de perder su licencia para ejercer de abogado.

Otro importante despacho de Walnut Creed, California, especializado también en tragedias aéreas y que trabaja habitualmente con unos colegas de Gran Bretaña, han designado al reconocido detective americano Phil Stuto, especializado en accidentes aéreos, y a un despacho de detectives español para buscar familias que quieran, igualmente, iniciar un proceso judicial en EEUU.

Estos abogados, que de momento omiten su nombre, calculan que podrán personarse en nombre de más de una treintena de familias con las que ya han iniciado contactos. En sus conversaciones con los afectados, los mediadores de este bufete han entregado un dosier y un formato de contrato que aconsejan que "estudie" un letrado de confianza de la familia. "Por la experiencia que tenemos, es aconsejable que tengamos como contacto a un abogado asignado por la familia y evitarles así los detalles de un proceso judicial complicado y lento", indicó a este diario un portavoz de este bufete.

Estos abogados presentarán demandas individualizadas dentro de un proceso que se prevé que puede durar más de un año. La demanda se basa en el concepto jurídico norteamericano de la responsabilidad de producto y se trata de demostrar que el siniestro está vinculado a algún defecto de fabricación del avión. De hecho, la estrategia de todos estos letrados de EEUU pasa por defender que el MD-82 que en su día fabricó McDonell Douglas, antes de que esta firma fuera absorbida por Boeing, es un modelo defectuoso y protagonista de muchas tragedias. La penúltima, la ocurrida en Tailandia el 16 de septiembre del año pasado, en la que fallecieron 90 personas.

PROCESOS PARALELOS Para todos estos procesos judiciales, que serán paralelos al que dirige desde el mismo día del accidente el titular del juzgado número 11 de Madrid, Javier Pérez, estos abogados tienen como objetivo conseguir un buen acuerdo económico con Boeing que le evite enfrentarse a un macrojuicio multimillonario con efectos demoledores en la opinión pública. Y de hecho, basta repasar los antecedentes de estos despachos para comprobar que ya han arrancado compensaciones millonarias a Boeing en otros casos, pero siempre evitando sentar a sus responsables en el banquillo.

Las familias decidirán qué hacen. Saben que será un juez español el que, basándose en las conclusiones de los expertos, determinará si hubo o no responsabilidades en el accidente. Con el proceso estadounidense solo conseguirán más dinero.