Los geólogos instan a que La Puebla revise el proyecto urbanístico en el entorno de la sima
La dolina se sitúa en unos terrenos en los que se prevé construir viviendas y un instituto El socavón apareció hace tres meses y está ya señalizado.S. C. Zaragoza Ante una sima de las dimensiones de la surgida en La Puebla de Alfindén, con una superficie equivalente casi a una cancha de tenis sin los pasillos de dobles, los geólogos recomiendan que se elabore un estudio geofísico para determinar con precisión la existencia o no de otros fenómenos parecidos. Asimismo consideran necesario que se revise el proyecto urbanístico previsto en la zona. El terreno donde se ha abierto este impresionante socavón es uno de los sectores de expansión de la localidad y está previsto edificar un instituto y cientos de viviendas.
"En Zaragoza y sus alrededores, y más cuando se detecta una dolina, no se pueden aplicar, a la hora de construir, los mismos requisitos que en otros sitios, hay que ser más exquisitos y meticulosos", aseguró ayer el presidente del Colegio de Geólogos de Aragón, Javier San Román. Ante la "evidencia" de la aparición de este socavón, de unos 15 metros de diámetro, considera que "de entrada" el Ayuntamiento tiene que "replantearse" lo que se quiere levantar en esa zona.
Javier San Román explicó que aunque con los actuales "mecanismos de cimentación" y una "inversión importante" se podría construir encima, lo más recomendable es acondicionar en el lugar algún tipo de equipamiento "blando", como un parque, que no se resienta y no genere riesgos en caso de que se produzcan "pequeños hundimientos".
La dolina, que surgió hace alrededor de tres meses, se encuentra ubicada a apenas doscientos metros de la antigua N-II en los sectores (SR-1 y SR-3) donde se prevé sacar adelante cientos de viviendas y la cesión de la superficie necesaria para poner en marcha el futuro instituto.
Precisamente, su existencia ha adquirido protagonismo a raíz de la aprobación del plan parcial que afecta a esta zona en el pleno municipal celebrado en la tarde del pasado jueves. Contó con el apoyo de los socialistas, que gobiernan en minoría, y del concejal de CHA. Mientras, PP y PAR mostraron sus reticencias y exigieron un estudio geotécnico de la zona previo a la aprobación del plan, algo que los propios técnicos recomendaron.
El alcalde, el socialista Fernando Salvador, eludió ayer comentar este asunto y aplazó su valoración hasta mañana lunes, para poder disponer de toda la documentación que se maneja en el Consistorio.
"Algo mayor que la media"
Esta dolina de La Puebla es "algo mayor que la media" de las dos o tres que cada año surgen en Zaragoza y su entorno metropolitano. Si el diámetro normal es de entre 8 y 10 metros, ésta llega a alcanzar en algunos puntos los 16,5. Metro en mano lo confirmó ayer sobre el terreno Andrés Pocoví, vocal de la junta directiva del Colegio de Geológos de Aragón y miembro del grupo de investigación Geotransfer reconocido por el Gobierno de Aragón.
Su profundidad es un poco menor, ronda los 5 metros, aunque no se puede calcular con exactitud ya que hay agua en el fondo. La dolina está en el nivel de terraza más bajo y los materiales visibles en el corte son limos de llanura de inundación. El agua muestra la altura del freático (que se acumula en el subsuelo), conectado con el río Ebro, pese a que el cauce está a una distancia de unos cuatro kilómetros de distancia. Es el agua la que provoca la disolución de los yesos del substrato y provoca oquedades que debilitan el terreno hasta que la cubierta acaba desplomándose.
Acerca de la progresión de la dolina, Andrés Pocoví no descartó que se vaya agrandando: "Las paredes son inestables y se ven grietas alrededor. Se pueden producir pequeños desprendimientos hasta que los descartes verticales se reducen y la paredes se equilibran y suavizan".